Telón otoñal

Telón otoñal

Cuando, ascendiendo hacia la cumbre, se franquea el límite superior del hayedo y se entra en las praderas de montaña se cruza la frontera entre dos mundos. Salir desde la densa sombra y el húmedo frescor del hayedo a la luz y el calor de la pradera es todo un contraste. El sol nos recibe y nos baña en su luz. La ropa, necesaria en el bosque, se transforma en un incordio al calor del sol. Con los ojos entrecerrados por la claridad, buscamos el sombrero, o las gafas de sol, hasta hace unos minutos inútiles y molestos. Si además, la transición la realizamos en otoño, debemos añadir a los anteriores un nuevo placer visual: el contraste cromático entre el espectáculo de los ocres de las hayas y el verde de la pradera.

Este fue el caso de esta fotografía. Salir del hayedo, ascender por los prados de montaña y girarse para contemplar como el dosel multicolor, asemejando un inmenso telón que se abriese, dejaba ver uno de los escenarios más hermosos que se puedan imaginar, fue inolvidable.

Datos técnicos: Canon EOS R5, RF 24-105 f4 L, polarizador, panorámica de 5 tomas verticales.

Galería Picos de Europa.

Deje un comentario