Una vieja imagen, de principios de diciembre de 2017. Después de una de las primeras nevadas del invierno llegó un periodo de buen tiempo. Una tarde de tiempo variable, con alternancia de nubes y claros, pero al caer el sol el cielo quedó prácticamente limpio. Los últimos rayos del sol incidían sobre la cumbre de la Mesa ofreciendo un bonito contraste cromático entre la calidez de la luz incidente y la frialdad de la luz reflejada. Me encanta la textura de la nieve recién caída en las paredes de la Mesa.
Datos técnicos: Canon EOS 5D mkII, EF70-200mm f/4L, polarizador.
Galería Macizo de las Ubiñas.
Que guapo. Que recuerdos me trae de mis 18-20 años.
Ya llovió.
Nacho, me alegro de que haya podido evocar buenos recuerdos en ti. Tú qué sabes bien lo que es subir a Tuiza caminando con la gran nevada… Un abrazo.
Muy chula, que contrastes de color. No parece que sea natural, más bien parece que se haya pintado la montaña con minio.
La Mesa es la montaña inacabada, da la sensación de que le falta algo encima..bien pudiera ser la Tesa o la Almagrarera que para eso están ahí..para elegir. Yo elijo que se quede como en esta foto..invernal, fría y con esos últimos rayos para que puedan calentarse los rezagados. Una foto preciosa Alberto. 😉