Espinera Invernal

Espinera Invernal
Espinera en un amanecer invernal.

El último temporal ha sido especialmente duro con la montaña cantábrica por su duración y las bajas temperaturas alcanzadas. Varias semanas de nevadas acumularon importantes espesores de nieve y no fueron raras temperaturas de -15 o -20 C en cotas altas durante varios días consecutivos.

Ha sido un duro comienzo del invierno para los habitantes de la montaña, ya sean humanos, vegetales o animales. Pero no todos tienen los mismos recursos para afrontar las inclemencias. Probablemente los que lleven la peor parte en estas condiciones sean los grandes herbívoros salvajes que habitan la montaña: rebecos, corzos y ciervos. Sobrevivir varias semanas a bajas temperaturas, con el pelo mojado y con escasez de alimento, que ya de por si tiene un bajo poder nutritivo, es toda una prueba de supervivencia.

La flora lo tiene un poco más fácil. Desprendiéndose de las hojas y ralentizando las funciones vitales no es difícil sobrevivir hasta la primavera, a no ser que un alud te lleve por delante. Esta espinera estaba a mis espaldas mientras fotografiaba el fabuloso paisaje de Peña Rueda y los extensos montes quirosanos a sus pies. Me llamó la atención el contraste entre sus intrincadas y ásperas ramas y la suavidad de la nieve sobre la que se erige. Aletargada, espera pacientemente el retorno del sol.

Datos técnicos: Canon EOS R, RF 24-105,  f/4L.

Galería Macizo de las Ubiñas.

Un pensamiento sobre Espinera Invernal

  1. Siempre parece haber una espinera en todos los caminos, quizá sea lo que le de valor a los «paisajes suaves»… después de todo, únicamente se defiende.

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