La marcha de las hayas

La marcha de las hayas

Salí de casa con previsión de nieblas, vientos en calma y una lluvia escasa que no duraría más de una hora. La realidad me deparó toda una mañana de lluvia intensa, vientos racheados y apenas media hora de niebla. La predicción local en la montaña aun a muy corto plazo presenta importantes incertidumbres. En estas condiciones no me quedó más remedio que sujetar el paraguas con una mano y con la otra hacer todo lo demás: montar la cámara en el trípode, cambiar de objetivo, colocar el filtro, encuadrar,... Resultado: una buena mojadura.

Pese a la meteorología tan adversa para fotografiar en el interior de un bosque, la luz del momento y la niebla dotaron a la escena de una magia especial. A lo largo de los años visitando este bosque he desarrollado un intenso vínculo emotivo con esta zona. Un rincón revisitado, pero cada vez diferente. Con este encuadre, las viejas hayas en primer plano tienen un potente dinamismo. No es difícil imaginárselas marchando colina abajo levantando sus brazos hacia el cielo, felices de recibir la lluvia que las mantiene vivas. Rindiendo un humilde homenaje a J.R.R. Tolkien, bien podría haber titulado la foto "La marcha de los Ents".

Estirando un poco más mi imaginación, experimenté un poco más en mi proceso creativo. Por una parte, con la relación de aspecto de la imagen, esta es la primera vez que edito una fotografía en formato 16:9. Por otra, con una edición de la imagen que se desvía un poco de mi tradicional estilo realista y coquetea con un estilo más pictorialista, menos natural si se quiere.

Datos técnicos: Canon EOS R, RF 14-35 f4, polarizador.

Galería Bosques y arroyos de montaña.

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