Si hace una semana publicaba una fotografía del lago Ercina evocando el próximo invierno, ahora hago lo mismo con la inminente llegada del otoño a nuestros queridos bosques de montaña. Se trata de una imagen tomada en octubre de 2017, en la montaña central asturiana. Es una imagen sencilla, sin grandes pretensiones y con una composición muy simple, pero creo que evoca muy bien lo que volveremos a ver dentro de dos o tres semanas si tenemos un poco de suerte.
Esta fotografía es una de esas imágenes que son descartadas inicialmente, pero que en una segunda revisión del archivo, habitualmente meses o años más tarde, muestra un valor oculto que la hace apta para publicar. Es curioso observar como cambia la apreciación de una imagen con el tiempo. Casi siempre que salgo a fotografiar lo hago con un objetivo en la mente y al volver de la montaña me centro en aquellas imágenes que se orientan entorno a ese objetivo. Las demás imágenes en ocasiones son ignoradas y quedan en un segundo plano, hibernando en el archivo durante tiempo, hasta que al verlas de nuevo descubro su verdadero potencial.
Una vez escuché a un fotógrafo comentar que él nunca procesaba las fotografías inmediatamente tras regresar de campo, siempre dejaba pasar un tiempo hasta hacerlo, para distanciarse de las sensaciones y sentimientos que experimentó cuando tomó las imágenes. Tal vez no sea mala idea.
Datos técnicos: Canon EOS 5D mkII, EF24-105mm f/4L.
Galería Bosques y Arroyos de Montaña.
Cada vez más cerca la otoñada de este año. A ver si el bosque se porta bien y nos deja imágenes guapas.
La cuarentena de las fotos…estoy de acuerdo. Esta foto la encuentro extraña, en esta ocasión no puedo decir que me guste. Es como si le faltase aire… esa forma de peonza de las hojas está como «apretada». En mi gusto los bosques los prefiero con perspectiva, aunque esta sea desde dentro del propio bosque. A riesgo de ser excesivamente critico, creo que tienes mejores árboles, Alberto.
Sinceramente, te agradezco mucho el comentario desfavorable, Simón. Pocas cosas hay peor que creer que lo que haces es mejor de lo que verdaderamente es. A ver si puedo hacer este otoño alguna foto de bosques digna. Un saludo.