Un joven arbusto sobrevive una primavera más en un lugar aparentemente muy poco propicio. Brota de una pequeña oquedad, colgado en una pared extraplomada sobre el río Cares. Me cuesta imaginar como llegó la semilla a ese lugar, pero evidentemente llegó de algún modo. El arbusto parece un escuernacabras (Atadinus alpinus) con lo cual estaría haciendo buen honor a su nombre.
Las gargantas de los ríos, son uno de los principales receptores de cualquier objeto libre en la montaña. Una veces se trata de objetos artificiales, los consabidos plásticos y latas. Otras veces se trata de objetos naturales, como constaté con inquietud mientras estaba tomando esta fotografía. Cuatro o cinco piedras del tamaño de mi cámara cayeron a unos cien metros de mi, en un lugar donde hacía media hora había estado haciendo otra fotografía. Estos lugares presentan un claro riesgo objetivo.
Datos técnicos: Canon EOS R, EF70-200mm f/4L.
Galería Bosques y Arroyos de Montaña.