Una nueva primavera

Una Nueva Primavera
hayedo primaveral en la niebla

Abril, una nueva primavera. Los días se alargan, las temperaturas ya no son invernales, la savia vuelve a circular y, con ella, el hayedo sale de su letargo. En unos árboles tras otros, las hojas van brotando con ese verdor tan intenso, característico de las hojas infantiles. El tiempo se encargará de oscurecer su tono a medida que avance el verano, pero por el momento crecen, buscando la luz, con la arrogancia propia de la juventud.

Resulta sorprendente lo dinámico que puede llegar a ser un bosque salvaje. A pesar de estar constituido por seres eminentemente estáticos, los cambios son evidentes año a año. Esta fue mi primer visita tras el invierno a este lugar que adoro. Y no pude más que entristecerme cuando observé los estragos que los temporales de invierno habían realizado en algunos de mis viejos conocidos. Troncos partidos y hayas desenraizadas que, al caer, se llevaron por delante a otros ejemplares contiguos. Cuando uno visita recurrentemente un entorno natural, se acaba desarrollando una gran familiaridad con los elementos del paisaje. Las piedras y los árboles pasan a ser tus amigos. Esto hace que, por muy natural que sea, la desaparición de un árbol tenga una importante componente emotiva.

Pero siempre queda el consuelo de que los árboles caídos no desaparecen, siguen formando parte del bosque. Con su madera pasarán a nutrir y cobijar durante años a una constelación de seres vivos pertenecientes a todos los reinos: animales, vegetales, hongos,... Y con el claro que dejan en el bosque, permitirán la llegada de luz al suelo, y con ella la oportunidad de que algún privilegiado de una nueva generación, probablemente incluso descendiente del caído, alcance el porte suficiente como para ocupar un lugar entre los gigantes que le hacían sombra. Los ciclos de la naturaleza ante nuestros ojos ¿No es hermoso?

Datos técnicos: Canon EOS R, RF 14-35 f/4 L.

Galería Bosques y Arroyos de Montaña.

5 pensamientos sobre Una nueva primavera

  1. Buena muestra de los ciclos de la vida, de los cuales muchos ni percibimos porque nuestro ciclo vital es más corto…. y quizás, también, porque nosotros, urbanitas, hemos perdido esa sintonía a con los ciclos naturales y nos hemos adaptado a los ciclos cortos de la tecnología…. Gracias por la foto

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